Todo director ejecutivo tiene entre sus principales objetivos el de ser uno de los empresarios más ricos. Sin embargo, hay obstáculos en ese camino que muchos han intentado recorrer: una gran competencia, un mercado cambiante, la tecnología que deja obsoletos a los productos en un abrir y cerrar de ojos, los cambios de tendencias en el consumo, la falta de estrategias efectivas de marketing, la falta de calidad y capacidad, de inversores y de recursos…
¿Cómo superar todos estos obstáculos y ser uno de los grandes, como Bezos, Arnault, Gates, Buffett y Ortega?
Un primer paso es estudiar sus métodos y logros siguiendo el principio success leaves clues.
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¿De qué manera estos aspectos se han convertido en los pilares de la buena administración de empresas como Amazon, Zara y Microsoft?
La fe en sus instintos es lo que distingue al director ejecutivo de Amazon entre los empresarios más ricos. Ese instinto basado en información veraz le hizo saltar de una prometedora carrera en Wall Street como director de un fondo de cobertura a fundar uno de los primeros negocios de venta por Internet.
Bezos leyó un informe en 1994 que proyectaba el crecimiento de Internet en un 2300 % anual. Con una lista de veinte posibles productos para vender online, un capital de 10 000 dólares y un equipo de tres (su esposa y dos programadores) fundó Amazon.
Un mes después, la empresa, que operaba en un garaje, vendía libros a todas las ciudades de los Estados Unidos.
Bezos consiguió inversores por un millón de dólares que le permitieron sobrevivir a la debacle puntocom: les prometió ventas hacia el año 2000 por una suma de 700 millones. En realidad, Amazon llegó al nuevo siglo con ventas de 164 mil millones.
El actual dueño del emporio europeo LVMH es uno de los empresarios más ricos del mundo. Hizo la mayor parte de su fortuna en tres días gracias a los valores de sus marcas, valores que Arnault resume en dos palabras: lujo y globalidad.
El empresario fue adquiriendo a lo largo de los años acciones mayoritarias de casas de lujo parisinas, como Luis Vuitton, Christian Dior y Sephora. Creó con ellas un conglomerado que definió, en muchos sentidos, la idea de un estilo de vida glamuroso.
Convirtió estas marcas en franquicias con tiendas en las principales ciudades del mundo. Creó la necesidad del lujo y llevó los productos que la satisfacían a cada rincón de la Tierra. Arnault cuenta que esto no fue fácil y que, de hecho, supuso una gran inversión.
La jugada se llevó a cabo con éxito: entre el 7 y el 10 de octubre de 2019, la fortuna de Arnault aumentó en cinco mil millones de dólares y se situó en 99 mil millones de dólares gracias a un aumento del 17 % en las ventas de sus 75 marcas alrededor del mundo.
La filosofía de empresa del creador del MS-DOS le ha llevado a dominar el mundo de los ordenadores personales: poner al cliente como centro de su negocio.
Comprendió a los diecisiete años que los usuarios requerían de un entorno propio en ordenadores cada vez más ligeros y rápidos: pasó de vender sistemas de control de tráfico a ofrecer a los ejecutivos de IBM un sistema operativo sencillo y personalizable.
La leyenda cuenta que, en realidad, les ofreció un sistema operativo que no tenía y que debió comprar a otra compañía. Su mérito, además del riesgo que corrió, fue adaptar ese sistema a las necesidades de los ordenadores personales de IBM.
Entonces hizo otra jugada inteligente: en lugar de vender el sistema, ofreció a IBM licencias. Es decir, por cada ordenador que usase el MS-DOS (antecedente de Windows), Gates recibiría un pago.
De este modo, aseguró una colaboración más larga con IBM y convirtió en clientes de sus productos a los usuarios de PC, un mercado que resultó ser inagotable: el sueño de los empresarios más ricos.
Podríamos decir que Buffett es el mejor inversor del mundo, pues es el inventor de los fondos de cobertura y el creador del sistema de inversiones a escala global.
Aunque se suele ver al que ha sido más de una vez el hombre más rico del mundo como un gran inversor, en realidad se trata de alguien que se ha hecho rico administrando el dinero de los demás a través de diversos instrumentos.
En 1970, tras un período como empresario textil, fundó la empresa Berkshire Hathaway, con la que desarrolló el sistema de inversión de valor: comprar valores subvaluados en el mercado antes de que subieran de precio para que su sola adquisición generase beneficios.
De este modo, Buffett desarrolló modelos de inversión que permitían a otros invertir su dinero a través de él. Se trata de los hedge funds (fondos de cobertura): paquetes de empresas elegidas por expertos en las que el cliente invierte. Al generar beneficios, una parte de ellos va para la empresa de Buffett.
Es uno de los empresarios más ricos del mundo y baluarte de la economía española. Ortega hizo su fortuna con la creación de la fast fashion o moda rápida, una moda que replicaba el estilo y los diseños de la alta costura, pero a precios asequibles.
Este bajo coste también se aplicó a la manufacturación de sus prendas: Ortega fue uno de los primeros empresarios en abrir talleres donde la mano de obra era más barata.
Zara, fundada en 1975, fue la primera de una serie de tiendas que emulaban la experiencia de acudir a una boutique de moda por apenas una fracción del precio. Actualmente, Ortega posee ocho marcas (entre las que se encuentran Massimo Dutti y Pull & Bear) con más de 7500 tiendas en el mundo.
Los métodos de los empresarios millonarios de éxito contemplan aspectos esenciales en el trabajo de un director ejecutivo:
Estas cualidades se traducen en accione concretas:
Si crees que a tu empresa le falta ese algo que distingue al grupo de empresarios del que te hemos hablado, en Joe Moliner podemos ayudarte a aprender de ellos. Usaremos estas experiencias y las de otros negocios de éxito para impulsar el crecimiento de tu empresa.
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