Toda organización necesita de una buena comunicación empresarial tanto dentro como fuera de la organización.
Un flujo de información eficiente (que abarca desde normativas hasta el resultado del análisis de datos) es de vital importancia, pues de él depende que las metas se cumplan y los productos y servicios conserven su calidad.
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A grandes rasgos, podemos definir la comunicación empresarial como el intercambio de datos que una organización mantiene con sus agentes internos (directivos, administrativos, empleados, entre otros) y sus agentes externos (clientes, proveedores y hasta con la competencia).
Esta comunicación no solo se compone de la emisión unidireccional de mensajes, sino de un intercambio constante de datos. Por ejemplo: cuando se recaban los datos personales de un cliente para darle seguimiento a una reclamación de posventa.
El flujo de información ida y vuelta, multidireccional y omnivía que involucra la comunicación empresarial es necesaria para asegurar el perfecto funcionamiento de todos los procesos de una empresa. Los define, les permite funcionar y, dado el caso, también mejorar.
Al fin y al cabo, todo en el mundo de los negocios tiene que ver con la comunicación. El lenguaje y sus intercambios definen desde los manuales de operación internos hasta las estrategias de marketing. Y, desde luego, también define la gestión de tareas.
El organigrama de una empresa, más que las jerarquías, define las funciones y responsabilidades de cada puesto y de cada equipo de trabajo. Este es el primer ejercicio de una comunicación empresarial efectiva.
La gestión de tareas con una adecuada comunicación empresarial es un proceso fluido en el que se comparte la información de todas las maneras necesarias. Sobre todo en lo que tiene que ver con los objetivos y la visión corporativa.
De este modo, la comunicación empresarial permite que toda la organización interna de la empresa se esfuercen en una misma dirección y comprendan la importancia de cumplir con las propias responsabilidades.
También es parte de una buena comunicación corporativa mantener la motivación y el deseo de mejora profesional y personal. El reconocimiento y los incentivos reducen la incertidumbre de todos los equipos de trabajo, facilitan su interacción y mejora el clima laboral.
Este tipo de comunicación empresarial favorece la productividad y mejora la respuesta de la empresa en su conjunto ante cualquier eventualidad.
Existe una serie de factores que afectan al buen desarrollo del circuito de la información dentro de una empresa.
Cuando se observa una falta de liderazgo de coherencia (si la administración da una serie de directrices que se contradicen con sus actos), la empresa cae en una falta de relevancia en las comunicaciones que emite.
Esto es algo que se produce sobre todo cuando los clientes no se sienten comprometidos con los mensajes promocionales de la empresa, pues no encuentran una emoción auténtica en ellos.
El flujo de información de la comunicación empresarial debe ser continuo, oportuno y autosuficiente. Si llega a destiempo, de manera fragmentada o sin todos los elementos para comprender su utilidad, falla.
También es posible que los mensajes no se emitan del todo, que los datos se pierdan y que, en resumen, no exista una comunicación real dentro y fuera de tu empresa. El aislamiento y los desencuentros entre áreas operativas es un gran riesgo.
Para resolverlo, algunas organizaciones dejan esta mejora en manos de un coach.
Un coach es un experto que usa estrategias de comunicación para incentivar la mejora personal y profesional.
Se trta de algo más que un mero gurú de la autoayuda, y sus servicios lo han demostrado en diversas áreas, desde la academia hasta el apoyo psicológico, sin olvidar el sector empresarial.
No son pocas las organizaciones que delegan la mejora de su comunicación interna en un coach.
¿Por qué?
Si el coach aprovecha la comunicación empresarial para promover el desarrollo personal de cada uno de los trabajadores de la empresa, elimina un factor negativo: la desmotivación. Al ampliar el panorama vital de cada trabajador, la empresa se ve beneficiada por su ambición y empuje.
El talento se vuelve más flexible y adaptable, de manera que cualquier incidencia (cambios de puesto o de jornada, de funciones o de carencias) son asumidos como oportunidades.
La comunicación empresarial es el intercambio de mensajes, información y datos que se generan tanto dentro como fuera de una organización.
Se trata de un proceso esencial para definir las tareas y responsabilidades dentro de la empresa, y así potenciar su crecimiento y aprovechar oportunidades de negocios.
La comunicación empresarial se puede mejorar y convertir en una herramienta de crecimiento con el uso de coaching. Un coach puede mejorar el flujo de comunicación y transformarlo en una vía para potenciar el desarrollo de capital humano y aumentar la productividad.
Si tu empresa atraviesa problemas en su comunicación empresarial, busca nuestra asesoría, nos especializamos en el coaching empresarial que necesitas para que tu compañía retome la senda de la organización y del crecimiento.
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